Esta práctica consiste en crear un cuento infantil, bien sea representado, en formato libro o de cualquier otra forma. Se trata de seleccionar un cuento tradicional y cambiar el final de modo que transmitamos un valor concreto: amistad, responsabilidad, buen comportamiento...
La práctica ha sido grupal, a diferencia de las anteriores que han sido individuales.
La metodología que hemos empleado para la elaboración de nuestro cuento puede ser la misma para realizarlo en Infantil.
En primer lugar, hemos pensado el cuento que queríamos trabajar. En nuestro caso: “La liebre y la tortuga”. Una vez seleccionado, hemos pensado el valor que queríamos transmitir y hemos cambiado el final. Una vez pensado todo esto, hemos planificado y organizado cómo se dispondría el cuento: cómo lo haríamos, qué materiales utilizaríamos, en cuántas escenas lo dividiríamos, la dimensión en que lo haríamos, etc. Una vez organizado, más o menos, el cuento, pasamos a la recogida de material.
En nuestro caso, el material empleado es el siguiente: cartones, cartulinas, tijeras, pegamento, silicona, conchas de mar, purpurina, rotuladores, lápices de madera, pinturas acrílicas, lápiz y goma, plastilina, acuarelas, etc.
Cuando disponemos del material necesario, comenzamos recortando los cartones y las cartulinas dándole la forma que tenemos pensada: la portada y la contraportada son más grandes y tienen la forma de la liebre y la tortuga y las páginas interiores son rectangulares, todas del mismo tamaño.
Cada cartón lleva pegado una cartulina por delante y otra por detrás, para taparlo y para poder colocar pestañas dentro (ventanas que se abren, zanahorias que salen del suelo, ojos que se abren de la liebre…) y otro tipo de materiales (plastilina para hacer verduras para el huerto, acuarelas para pintar…).
Una vez que tenemos la forma del cuento, comenzamos a dibujar. Se harán los bocetos de loso dibujos y cuando estén terminados se repasarán con un rotulador permanente y se colorearán con los distintos materiales. Más tarde, se decorará a nuestro gusto (con conchas de mar, purpurina…).
Por último, buscamos un soporte para unir el cuento. En nuestro caso, utilizaremos argollas porque tiene bastante grosor y, además, lo hará más manipulable para el niño/a.
Más o menos, se puede emplear la misma metodología con niños/as pequeños/as, aunque cambiando algunas cosas. Se podría trabajar con niños/as de 5 años para que ya tengan un mejor dominio de sus habilidades y para que ya estén más iniciados en la lectura y la escritura y les resulte más divertida y amena la actividad.
La clase se divide en grupos o rincones de trabajo: uno para utilizar las ceras, rotuladores, témperas, etc.; otro para las tijeras y los pegamentos, otro los lápices de carbón para dibujar y escribir el texto… de modo que se formarán grupos pequeños de niños/as que irán rotando y cambiando las tareas para que no se cree una rutina y aburrimiento, así como evitar aglomeraciones y conflictos entre ellos/as. La maestra irá ayudando y orientando a los niños/as.
El texto puede ser inventado entre todos/as, antes de comenzar, en la asamblea, por ejemplo. La maestra puede escribir las frases en la pizarra y el grupo que esté en el rincón de escribir lo copiará, ya que aún no saben escribir por sí solos, pero ya si pueden ir copiando y trabajando la escritura.
Los dibujos pueden ser inventados por la clase o recopilados de otros cuentos, la maestra tendrá que orientarlos en esta tarea porque les resultará más complicado inventarse el dibujo de los personajes.
Se hará en cartulinas grandes para que puedan manejar mejor los materiales ya que no tienen totalmente definida la escritura y la lectura a pequeña escala y les resultará más divertido.
Se utilizarán todo tipo de materiales: ceras, rotuladores, lápices de madera, témperas, tijeras, pegamentos, punzones… y se incorporarán objetos o materiales diversos para ir dando textura al cuento (algodón, plastilina, corcho, etc.). También se puede hacer, como en nuestro caso, con pestañas pero les resultará más difícil que añadir texturas. Además, la manipulación de elementos y objetos les encanta a estas edades y estarán más motivados.
El cuento se puede unir con cualquier material: lazos, cuerdas, argollas…
El método de evaluación que utilizaremos será la observación. La maestra irá anotando en un cuaderno la evolución durante el cuento, recogiendo datos de cada uno/a de sus alumnos/as, diariamente:
- Si el niño/a participa activamente…
- Si se relaciona con los demás…
- Si respeta los materiales y a sus compañeros/as…
- El grado de motivación que presenta…
- La implicación e interés mostrado…
- El esfuerzo personal…
- La creatividad e imaginación del niño…
- Etc.
De este modo tendremos una imagen global de cada niño/a y del grupo clase.
No se valorará tanto el resultado del cuento, puesto que lo que más nos interesa es el proceso, más que el resultado: cómo se ha relacionado, cómo han manejado los materiales, conseguir el aumento de destrezas, fomentar la creatividad y la imaginación, iniciarlos en la lectura y la escritura fomentando su interés, etc.
En nuestra opinión, la elaboración de un cuento, es un buen recurso para trabajar multitud de contenidos en Educación Infantil, así como para mantener su atención y conseguir una motivación óptima.
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